Villa Ramallo atraviesa una situación crítica que preocupa a los vecinos, quienes aseguran que los barrios están sumidos en el abandono. La falta de iluminación, calles deterioradas y obras inconclusas son el reflejo de lo que muchos califican como desinterés por parte de las autoridades municipales. Desde distintos sectores de la localidad, los reclamos se repiten con frecuencia y tono de hartazgo. La queja más recurrente apunta a la falta de iluminación: mientras el municipio promociona la instalación de luces LED en Ramallo cabecera, los frentistas denuncian que Villa Ramallo sigue “en la prehistoria”, con luminarias de sodio fuera de funcionamiento. “Querés ir a la policía y está todo oscuro, querés seguir y sigue todo oscuro”, expresan los vecinos, evidenciando la sensación de inseguridad que predomina en las calles. El abandono también se refleja en los barrios. En “Las Ranas”, el asfalto prometido desde gestiones anteriores nunca llegó. La situación es similar en Don Antonio, donde varias cuadras siguen sin pavimento ni cordón cuneta, y la explicación del municipio es que las obras se realizan “por etapas”, sin informar plazos ni continuidad. Los vecinos reclaman soluciones inmediatas para mejorar la transitabilidad y la seguridad. Los ingresos a la ciudad tampoco escapan al descuido: el acceso Maiztegui “se convirtió en una boca de lobo, de punta a punta”, aseguran los frentistas. A esto se suma el malestar por el estado sanitario y el espacio público: animales abandonados, falta de insumos para castraciones y ausencia de mantenimiento básico generan indignación. “Para los shows hay plata, pero para mejorar los barrios no”, denuncian los vecinos. En muchas zonas, como calle Marinero Panno o la esquina de M. de Clark y Santa María de Oro, el alumbrado público lleva meses sin funcionar. “Nuestro barrio da miedo de noche. Hace meses que no pueden reparar una luz y mientras tanto hablan de asfaltar las calles. ¿No sería mejor empezar por prender una luz?”, plantean los frentistas. La sensación general es de postergación y discriminación política: “Villa Ramallo está abandonado, y el intendente no hace nada porque la ciudad no lo vota”, señalan los vecinos, con mezcla de bronca y resignación. Esta situación refleja la urgencia de que las autoridades locales actúen de manera concreta y prioricen la seguridad, la iluminación y las obras que la comunidad viene reclamando desde hace años. Opinión pública: La preocupación de los vecinos de Villa Ramallo ha generado eco en redes y foros locales, donde la falta de respuesta del municipio se percibe como un síntoma de postergación sistemática que podría impactar en la percepción de la gestión municipal. NORTE HOY
