Vecinos de Costa Pobre denunciaron un serio conflicto tras la remoción de un tramo de la calle Traverso, que constituye el único acceso directo a sus viviendas. Según la presentación realizada ante la Ayudantía Fiscal, una máquina de la empresa Oramac removió el suelo del camino, dejándolo completamente intransitable tanto para vehículos como para peatones. El tramo afectado presenta una profundidad aproximada de 50 centímetros, imposibilitando cualquier tipo de circulación. Desde entonces, el acceso al barrio quedó limitado exclusivamente a la calle San Martín, por la que solo se puede ingresar en automóvil hasta un punto ubicado a unos 1.000 metros de las casas, obligando a los vecinos a continuar a pie, incluso durante la noche o bajo condiciones climáticas adversas. La situación generó preocupación en la comunidad por cuestiones de seguridad. Los vehículos deben ser estacionados a gran distancia de los hogares, quedando expuestos a posibles robos o actos de vandalismo, especialmente durante la noche o los fines de semana. En el sector afectado residen al menos seis familias. El barrio cuenta con aproximadamente 40 años de antigüedad y está registrado en el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) y en el Registro Provincial de Villas y Asentamientos Precarios, lo que refuerza el reclamo vecinal respecto al derecho a condiciones mínimas de accesibilidad y seguridad. Vecinos detallaron que las motoniveladoras utilizadas cuentan con una herramienta trasera que remueve el escombro acumulado durante años, material fundamental para mantener transitable la calle, sobre todo en días de lluvia. Sin ese relleno, el camino queda inutilizable. Además del conflicto generado por la remoción del acceso, los vecinos criticaron la inacción del municipio, al que acusan de haber sido consciente de la situación sin intervenir para proteger a las familias afectadas. “Esto no pasó de un día para el otro. Todos sabían lo que estaba ocurriendo y nadie hizo nada”, señalaron. El malestar se sumó a las dificultades iniciales para radicar la denuncia: la Ayudantía Fiscal mostró reticencia al aceptar la presentación, aunque finalmente la denunciante fue recibida. Los vecinos consideran que el trámite debería haberse concretado sin objeciones dado el riesgo que representa la falta de acceso. Mientras tanto, las familias de Costa Pobre permanecen prácticamente aisladas, a la espera de una respuesta concreta del municipio y de la justicia que permita restituir el acceso y garantizar condiciones dignas de habitabilidad. La situación de Costa Pobre ha generado un fuerte debate en la comunidad local sobre la responsabilidad de las autoridades y la protección de barrios históricos. La expectativa de los vecinos es clara: recuperar el acceso perdido y asegurar la seguridad de sus hogares. NORTE HOY
