Cristina Kirchner busca frenar una rebelión federal en el PJ tras el fracaso de Ficha Limpia Redacción NORTE HOY - Tras el revés parlamentario del proyecto de Ficha Limpia en el Senado, Cristina Fernández de Kirchner quedó nuevamente habilitada para ser candidata a diputada nacional y no perdió tiempo en retomar el control del armado peronista a nivel nacional. Su estrategia: contener el creciente malestar con La Cámpora en las provincias para evitar nuevas fracturas internas como la que protagonizó Axel Kicillof en Buenos Aires. En NORTE HOY accedimos a información clave sobre los movimientos de la expresidenta, que enfrenta desafíos simultáneos en distritos como Mendoza, Tucumán y La Rioja. En todos ellos, sectores del PJ buscan mayor autonomía y cuestionan la centralización del poder en manos del kirchnerismo duro. En la provincia de Buenos Aires, la decisión de Kicillof de desdoblar las elecciones desató una tormenta interna. Máximo Kirchner intentó bloquear la movida, que no solo debilitó la estrategia nacional, sino que también sembró dudas sobre el calendario electoral y la suspensión de las PASO. Aunque finalmente Cristina ordenó votar a favor del proyecto de ley que extiende plazos, las heridas políticas siguen abiertas. El antecedente inmediato fue el intento fallido del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, por presidir el PJ. Su propuesta de una conducción más federal quedó truncada cuando la Justicia falló a favor de Cristina. Desde entonces, el enojo en las provincias crece. En Mendoza, por ejemplo, los intendentes chocan con La Cámpora por el control de las candidaturas, en un escenario marcado por la amenaza libertaria de Javier Milei. El 31 de mayo, el Congreso del PJ mendocino será clave: se modificará la carta orgánica para elegir candidatos sin PASO, y se espera una fuerte disputa entre el sector de Emir Félix y el que responde a Anabel Fernández Sagasti. En juego están las bancas nacionales que el peronismo mendocino pone en disputa en octubre. En Tucumán, el gobernador Osvaldo Jaldo enfrenta una amenaza directa: si no logra alinearse con la conducción kirchnerista, el PJ podría intervenir el distrito y quitarle el sello partidario. El Congreso partidario local, que se reúne este viernes, definirá si sigue la línea de Cristina o traza un camino propio, con el riesgo de quedar fuera del armado nacional. Desde NORTE HOY analizamos que el desafío mayor de Cristina no es solo la oposición externa, sino la crisis interna del PJ. La rebelión de las provincias podría derivar en una fractura nacional si no se logran acuerdos antes del cierre de listas. La disputa federal está servida y Cristina Kirchner se enfrenta al dilema de imponer su poder o negociar con los territorios para evitar una fuga masiva del peronismo tradicional. Más detalles en www.nortehoy.com.ar