En tan solo cuatro meses, el uso del transporte público en San Nicolás cayó un 9%, una cifra alarmante que refleja el fuerte impacto de la quita de subsidios y los aumentos de tarifas. Según datos extraídos del sistema SUBE y confirmados por Vercelli Hnos., empresa que presta el servicio en la ciudad, la cantidad de personas que utilizan el colectivo se redujo de forma constante durante el primer cuatrimestre del año. Esta tendencia se repite en todo el interior del país. Hoy, el boleto en San Nicolás supera los $1300, lo que obliga a los vecinos a destinar más de $50.000 mensuales si viajan dos veces por día durante 20 días. Para muchos, ese gasto es imposible de afrontar. La situación refleja una problemática nacional: la eterna diferencia entre el AMBA y el interior en materia de subsidios. Con la quita del apoyo estatal, el interior sufrió una baja generalizada de casi tres millones de boletos vendidos, mientras que las empresas deben aumentar tarifas para sostener un servicio que ya está al límite. “El federalismo solo aplica en el AMBA”, afirman señalando la desigualdad histórica en la distribución de recursos para el transporte. Desde los años 60 hasta 2001, el transporte público funcionaba sin subsidios. Sin embargo, con los actuales costos operativos, la quita de asistencia estatal genera un combo explosivo: tarifas impagables y una caída brutal en la cantidad de pasajeros. Para más información, ingresá a www.nortehoy.com.ar.