La paciencia se agota en el barrio Libertad de Ramallo. Decenas de familias reclaman que la extensión de la Avenida Mitre, desde Guerrico hasta Bolívar, se convirtió en un verdadero obstáculo diario: barro, charcos interminables y calles resbaladizas que impiden el paso de autos, motos y bicicletas. El problema principal radica en la obra de extensión del cantero central y el cordón cuneta, tareas que quedaron inconclusas por parte del municipio. La tierra suelta y la tosca mal colocada no absorben el agua de lluvia, generando anegamientos que afectan de forma directa a los vecinos y a la Escuela Secundaria N°6, donde asisten casi 200 alumnos en doble turno y al comedor escolar. “Cada vez que llueve, tenemos que rodear casi un kilómetro por caminos de tierra para llevar a nuestros hijos a la escuela. Es una vergüenza”, expresó un vecino afectado en diálogo con NORTE HOY. Los frentistas sostienen que el municipio nunca retomó la obra, pese a los anuncios oficiales que prometían pavimentación completa de la avenida. Mientras tanto, no hay cronograma de finalización. El deterioro se profundiza con cada tormenta y la falta de respuestas alimenta la bronca de quienes deben convivir a diario con el barro y la inseguridad vial. Redacción del Diario NORTE HOY