San Pedro

Rudy Ulloa ordena el desalojo inmediato de la familia que cuidaba su campo en San Pedro

Florencia y Martín Balbuena, encargados desde hace más de dos años de mantener la propiedad de Rudy Ulloa en ruta 191, fueron despedidos sin aviso ni alternativas. Denuncian falta de registro laboral y condiciones insuficientes para mantener a sus hijos.

  • 22/06/2025 • 11:02

Florencia y Martín Balbuena, encargados desde hace más de dos años de cuidar y mantener la propiedad que el empresario Rudy Ulloa posee a metros de la ruta 191, enfrentan un desalojo repentino sin previo aviso ni alternativas de vivienda.

La pareja, que vivía en Río Tala antes de instalarse en la casa de los cuidadores, fue notificada por el propio Ulloa, reconocido exchofer de Néstor Kirchner, que debían abandonar el predio de inmediato porque planeaba traer a otra pareja para ocupar el lugar.

“Él vino y dijo que nos teníamos que ir porque había otra pareja que había que traer”, relató Florencia. Además, denunciaron que no fueron registrados formalmente y que la única justificación que recibieron fue que “el campo está sucio”, una acusación que la familia rechaza enfáticamente.

“No nos dieron ni un mes para organizarnos”, afirmó la cuidadora, quien además explicó que nunca recibieron apoyo para obtener los elementos de limpieza necesarios para mantener el predio en condiciones. “Él cumple con el pago mensual, pero el monto de 350 mil pesos es insuficiente para mantenernos con nuestros dos hijos, de 9 y 4 años”, agregó.

Actualmente, Florencia y Martín se encuentran sin respuestas ni alternativas habitacionales, viviendo en la incertidumbre. El campo, adquirido por Ulloa en 2009, es utilizado ocasionalmente por él y su familia, y ha tenido en el pasado situaciones similares con empleados de mantenimiento, como el fallecimiento del casero Osvaldo Piñeiro en 2018.

La esposa del casero fallecido también denunció haber sido despedida sin indemnización ni asistencia, dejando a su familia en situación vulnerable.

Diario NORTE HOY

Opinión pública

Esta situación expone la fragilidad laboral y social de quienes cuidan propiedades privadas sin contar con garantías formales, y pone en debate la responsabilidad de empresarios como Ulloa en garantizar condiciones dignas y legales a sus empleados, sobre todo cuando hay familias y niños involucrados.