La cifra de víctimas fatales vinculadas al uso de fentanilo contaminado en centros de salud de distintas provincias argentinas sigue en aumento. Según fuentes judiciales, ya se registraron 52 muertes, cuatro más que en el último reporte de esta semana, y un total de 90 personas afectadas por la administración de este potente opiáceo alterado durante su fabricación. El foco de la investigación se centra en dos lotes específicos de fentanilo, que se encuentran bajo alerta sanitaria y fuera de circulación desde las primeras advertencias oficiales. La sustancia fue aplicada principalmente en áreas de terapia intensiva de 19 centros médicos distribuidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Neuquén y Santa Fe. Los pacientes, internados por diferentes cuadros clínicos, recibieron fentanilo como parte del tratamiento paliativo del dolor, pero desarrollaron infecciones graves. La hipótesis de los investigadores es que las ampollas estaban contaminadas con bacterias altamente resistentes a antibióticos, entre ellas Klebsiella pneumoniae y Ralstonia mannitolilytica, detectadas por el Hospital Italiano de La Plata, uno de los primeros en denunciar el brote y que actúa como querellante junto a familiares de las víctimas. La causa judicial, a cargo del juez federal Ernesto Kreplak (Juzgado N° 3 de La Plata), busca establecer las responsabilidades penales en la fabricación del medicamento. La atención se dirige especialmente a las firmas Pharma Group S.A. y Ramallo S.A., junto a varias droguerías vinculadas, cuyos lotes fueron cuestionados por la ANMAT por incumplimientos en las buenas prácticas de manufactura. En cada deceso interviene el Cuerpo Médico Forense, que analiza detalladamente la historia clínica para confirmar la relación entre la administración del fentanilo contaminado y la causa de muerte. Sin embargo, la investigación avanza con demoras, principalmente por la falta de personal técnico para estudiar exhaustivamente los registros de lote (batch records). Aunque el último Boletín Epidemiológico Nacional informó que no se detectaron nuevos casos luego de la alerta sanitaria, todos los diagnósticos se realizaron retrospectivamente, lo que genera sospechas sobre una posible cifra oculta de afectados no reportados oficialmente. El reporte oficial también indica que la edad promedio de los fallecidos es de 57 años y que la mayoría son hombres. El tiempo estimado entre la aplicación del fármaco contaminado y el fallecimiento fue de aproximadamente 12 días. Esta situación no solo pone en evidencia fallas críticas en la producción y control de medicamentos, sino que también abre un debate urgente sobre la supervisión sanitaria y la protección de los pacientes en el sistema público y privado de salud. Diario NORTE HOY Opinión pública: Este grave caso ha generado preocupación en la comunidad médica y social. Especialistas coinciden en que la transparencia y la rapidez en la investigación serán clave para restaurar la confianza y garantizar que hechos similares no se repitan.