La ciudad de San Nicolás revive fantasmas de los años noventa. Techint, en medio de un prolongado conflicto con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) por la paritaria de la rama siderúrgica, evalúa cerrar el alto horno de Ternium Siderca, el corazón de su planta industrial. Con casi 10 mil empleados entre directos y contratados, la medida no solo afectaría a San Nicolás, sino también a localidades cercanas como Ramallo y Capitán Sarmiento, impactando a proveedores, comercios locales y servicios asociados. NORTE HOY informó que la tensión crece día a día ante la falta de acuerdos. Conflicto paritario y retención de tareas El conflicto se inició hace un mes, mientras se cerraban acuerdos en otras ramas metalúrgicas, pero sin avances en la siderurgia. Los trabajadores, representados por el secretario general de la UOM local, Naldo Brunelli, llevan adelante retenciones de tareas reclamando mejoras salariales y seguridad laboral. Techint calificó estas medidas como “ilegítimas”, mientras el sindicato respondió con contradenuncias por incumplimientos. Tras varias conciliaciones obligatorias de 10 días, renovadas en dos ocasiones, la empresa advirtió que podría detener el alto horno si los reclamos no cesan. Brunelli declaró: “Nos quieren poner entre la espada y la pared, pero no estamos en condiciones de recular. Si no hacen ninguna propuesta, no vamos a levantar las medidas”. Contexto económico y postura de Techint Paolo Rocca, principal directivo del grupo ítalo-argentino, señaló tres factores que afectan la producción: atraso cambiario que encarece costos en dólares, apertura importadora que introduce competencia externa de Brasil y China, y caída de la demanda local en sectores como construcción, agroindustria y automotriz. Fuentes sindicales advierten que un eventual cierre parcial o total podría presionar al gobierno nacional antes de las elecciones y reducir riesgos económicos para la empresa ante la incertidumbre de la demanda. Antecedentes históricos El conflicto actual recuerda a la privatización de Somisa en los años noventa, cuando miles quedaron sin empleo y San Nicolás se convirtió en un polo de cuentapropismo. Brunelli recordó que, bajo Agostino Rocca, fundador de Techint, uno de los hornos permaneció paralizado durante años, con un costo de siete millones de dólares por mes. Impacto del cierre de Atanor En paralelo, la empresa química Atanor, del grupo estadounidense Albaugh, anunció la mudanza de su planta a Río Tercero (Córdoba), dejando 150 trabajadores sin empleo. El sindicato químico local, dirigido por Ricardo García, negocia indemnizaciones y condiciones de relocalización. La producción de pesticidas y agroinsumos queda afectada en un contexto de demanda incierta. Consecuencias regionales Si se concretan ambas medidas, San Nicolás y la región enfrentarán un nuevo escenario de desempleo masivo, afectando a proveedores, comercios y servicios vinculados a la actividad industrial. La tensión social y económica podría replicar episodios históricos, impactando directamente en la Segunda Sección bonaerense. Perspectiva sindical La UOM mantiene firmeza en sus reclamos y no descarta nuevas medidas de fuerza. Brunelli y su equipo aseguran que el problema es económico y que no levantarán las medidas hasta recibir una propuesta concreta de la empresa. La comunidad observa con preocupación cómo un conflicto laboral puede transformar la economía regional. NORTE HOY seguirá de cerca la situación, que podría marcar un punto de inflexión en el sector industrial de San Nicolás.