La situación económica del municipio de Ramallo se ha transformado en el epicentro del debate político local. Con una deuda que ya supera los $7.190 millones, la gestión del intendente Mauro Poletti enfrenta crecientes cuestionamientos, en especial por parte de la oposición que advierte sobre un inminente ajuste tributario tras los comicios. Entre diciembre de 2023 y junio de 2025, las finanzas locales sufrieron un deterioro acelerado. Según un pedido de informes aprobado en el Concejo Deliberante, la deuda flotante se incrementó un 700%, mientras que las obligaciones con proveedores treparon un 1.150%. En paralelo, la caja municipal, que antes alcanzaba para cubrir buena parte de los compromisos, hoy muestra un rojo superior a $2.700 millones. Las consecuencias son visibles en el día a día: proveedores que aseguran no cobrar desde hace meses, reclamos administrativos sin respuesta y hasta advertencias de acciones judiciales para poder recuperar lo adeudado. El clima de tensión se extiende también a los sectores productivos, ante el riesgo de que se trasladen nuevos costos a la comunidad. Desde la oposición señalan que el intendente “no busca ordenar las cuentas, sino generar más ingresos a cualquier precio”. Y agregan que, si logra mayoría en el próximo Concejo Deliberante, la primera medida será un aumento de tasas que podría superar el 100%, tanto para viviendas como para empresas. A este escenario se suma la iniciativa oficial de crear la denominada “tasa vial”, que funcionaría como un peaje para camiones que ingresen al Parque Industrial Comirsa y a la zona portuaria de San Nicolás. El proyecto, impulsado por Poletti, generó rechazo inmediato entre transportistas e industriales, que advierten que encarecerá los costos logísticos y afectará la competitividad regional. Con este panorama, Ramallo atraviesa un presente de incertidumbre. Más allá del impacto inflacionario, la oposición subraya que el problema central es el desorden administrativo: contrataciones externas innecesarias, gastos por encima de los ingresos y decisiones políticas que profundizaron el déficit. La comunidad local observa con preocupación cómo el futuro inmediato dependerá, en gran parte, del resultado electoral y del margen de poder que logre consolidar Poletti en el Concejo Deliberante. Una mirada final En Ramallo, la discusión ya no es solo contable: se trata de cómo se gobierna. El riesgo es que la salida elegida sea siempre la más fácil —más impuestos— en lugar de la más responsable: administrar con prudencia y eficiencia. La sociedad parece esperar un cambio de rumbo antes de que la deuda termine por condicionar el futuro de toda la comunidad. NORTE HOY