El reciente accidente ocurrido el pasado martes en el Camino de la Costa volvió a poner en el centro de la escena la crítica situación que atraviesa esta arteria clave para la región. La ruta, que conecta Ramallo con San Nicolás, presenta desde hace años un estado deplorable: calzada deteriorada, pozos, huellones, falta de señalización, luminarias insuficientes y banquinas inexistentes. Pese a los constantes reclamos de vecinos y representantes locales, ni el intendente Mauro Poletti ni el gobernador Axel Kicillof han tomado medidas efectivas para garantizar la seguridad de miles de personas que circulan a diario por esta vía. El concejal de Juntos por Ramallo y presidente de bloque, Sergio Costoya, manifestó su preocupación por lo que calificó como “una situación insostenible” que ya provocó tres muertes este año. “Desde 2019 venimos presentando informes sobre el estado del camino. No se ha hecho nada. El gobernador Kicillof ya lleva su segundo mandato y ni siquiera ha puesto sus ojos aquí. Los trabajos realizados son más bien parches temporales, no una obra de fondo que mejore el corredor vial”, aseguró. Costoya responsabilizó tanto al gobierno provincial como a la administración local. Recordó que desde 2019 se presentaron iniciativas en el Concejo Deliberante, acompañadas de resoluciones, pedidos de informes y un expediente con más de 3.000 firmas de vecinos, empresarios y representantes del Parque Industrial y la zona portuaria. “El camino está intransitable. Es un verdadero riesgo para cualquiera que deba circular por allí”, advirtió el edil. El Camino de la Costa no es una ruta secundaria: por allí circulan diariamente miles de camiones hacia los principales puertos cerealistas, el complejo industrial Comirsa y empresas del sector siderúrgico. Además, conecta Villa Ramallo y Villa General Savio con la autopista Buenos Aires-Rosario, convirtiéndose en un corredor vital para la producción y la movilidad de los vecinos. Consultado sobre la posibilidad de que el municipio inicie acciones judiciales contra la Provincia, tal como ocurrió en el pasado con obras en el puente de la autopista y la ruta 51, Costoya se mostró escéptico: “No lo veo factible. La relación política que une a Poletti con el gobierno provincial y la falta de compromiso demostrada en años previos hacen improbable una acción real de parte del municipio”. La denuncia es clara: para la oposición, la cercanía política entre el intendente y el gobernador se traduce en un silencio cómplice frente a un problema que ya se considera una emergencia vial. “Hemos llevado expedientes, resoluciones y presentaciones hasta La Plata. Hoy no vemos funcionarios dispuestos a golpear una puerta para solucionar este tema. Mientras tanto, se siguen perdiendo vidas”, concluyó Costoya. NORTE HOY