Marcelo Ramírez, uno de los patovicas involucrados en el recordado caso del boliche Lux, fue detenido la semana pasada en su domicilio de 11 de Septiembre 1350 tras una investigación que confirmó que vendía drogas de manera clandestina. El caso Lux se remonta al episodio en el que un joven, tras ser expulsado y agredido por el personal de seguridad del local ubicado en Pellegrini al 400, incrustó su vehículo en el interior del boliche. Ramírez estaba entre los patovicas que golpearon al conductor, quienes además fueron imputados por robo debido a que sustrajeron pertenencias del joven, incluyendo su billetera. Patrocinado por el abogado Mauricio Gugger, Ramírez había logrado una suspensión de juicio a prueba (probation), lo que le permitió evitar un juicio y cumplir ciertos requisitos para que la causa no quedara como antecedente judicial. Su detención reciente se concretó gracias a la División Drogas Ilícitas, que allanó su vivienda y secuestró cocaína y marihuana fraccionadas listas para la venta, así como un bloque compacto de cocaína destinado a fraccionamiento. La investigación se originó a partir de una denuncia por abuso sexual infantil intrafamiliar y continuó con la pesquisa sobre narcotráfico. Este arresto abre una nueva etapa en el seguimiento judicial de Ramírez, quien acumula antecedentes graves por violencia y ahora enfrenta cargos por comercialización de estupefacientes y posibles delitos sexuales. La comunidad local sigue impactada por la reiteración de casos vinculados a este individuo, y su detención refleja un esfuerzo coordinado entre distintas fuerzas judiciales y policiales. El arresto de Ramírez genera alarma entre vecinos y especialistas en seguridad, quienes señalan que la reincidencia de individuos con antecedentes violentos evidencia la necesidad de un control más estricto sobre el personal de seguridad en locales nocturnos y un seguimiento judicial más riguroso. NORTE HOY