Han transcurrido dos meses desde el trágico accidente ocurrido sobre la Ruta Nacional Nº 9, a la altura de Gobernador Castro, y los familiares de las víctimas aún buscan testigos que puedan aportar información clave sobre lo sucedido aquella noche. El siniestro, registrado alrededor de las 20.30 del domingo 17 de agosto, continúa bajo investigación mientras persisten los interrogantes sobre su dinámica. Según las primeras actuaciones policiales, un camión Scania, conducido por un hombre de 46 años oriundo de Tucumán, circulaba en sentido Rosario–Buenos Aires cuando fue impactado desde atrás por un automóvil Citroën C3 en el que viajaba una pareja junto a sus cuatro nietos. Producto del violento choque, perdió la vida en el acto Silvia Karina del Valle, de 55 años, con domicilio en el barrio porteño de Caballito. En tanto, los restantes ocupantes del vehículo menor fueron trasladados de inmediato al Hospital de San Pedro. Entre ellos, un niño de 8 años presentaba un serio traumatismo de cráneo, lo que obligó a su urgente derivación al Hospital de Pergamino. Su hermana, de 12 años, fue estabilizada por profesionales locales y trasladada al día siguiente en un helicóptero sanitario al Sanatorio Güemes, en la Ciudad de Buenos Aires. Días más tarde, pese a los esfuerzos médicos, falleció a causa de las graves lesiones sufridas. El conductor del Citroën, Jorge Armando Oviedo, de 65 años, y los niños de 9 y 10 años también permanecieron internados en observación en el centro asistencial sampedrino. Mientras tanto, las autoridades judiciales y viales continúan reuniendo evidencias para determinar responsabilidades. Ante la falta de avances, la familia de la menor fallecida hizo un llamado público solicitando testigos que puedan aportar datos sobre la mecánica del impacto, el comportamiento de los rodados en los minutos previos o cualquier observación que resulte relevante para la causa. La búsqueda se intensificó recientemente, con la esperanza de dar luz a aspectos aún no esclarecidos. Desde la Redacción del Diario NORTE HOY precisaron que la colaboración ciudadana resulta fundamental para comprender con mayor precisión qué ocurrió aquella noche, considerando la complejidad de la escena y la cantidad de involucrados. Este tipo de siniestros, además de su profunda carga emocional, reabren el debate sobre la seguridad vial en corredores de alto tránsito. La opinión pública ya manifiesta preocupación por la recurrencia de este tipo de hechos y reclama mejores controles, señalización adecuada y campañas de prevención para reducir situaciones de riesgo. El caso, sin dudas, dejó una herida abierta en la comunidad y expone la necesidad de políticas sostenidas que protejan a quienes circulan por nuestras rutas. Fuente: NORTE HOY