NORTE HOY El intendente de Ramallo, Mauro Poletti, reconoció que el distrito atraviesa una crisis económica sin precedentes, al punto de que no existe hoy una proyección fiable del pago de salarios municipales. “Trabajamos minuto a minuto para asegurar sueldos, horas extras y aguinaldo. No hay previsibilidad”, afirmó al describir un panorama fiscal que consideró “el más complejo de los últimos años”. Poletti fue contundente al referirse a la falta de previsión salarial. Señaló que “los trabajadores municipales son prioridad, al igual que garantizar los insumos esenciales del hospital”. Sin embargo, admitió que “la administración diaria se volvió un desafío constante y sin margen para planificar”. En este contexto, el jefe comunal anticipó que enviará al Concejo Deliberante un paquete de reformas tributarias para 2026, con el objetivo de recuperar estabilidad y reconstruir la estructura fiscal del distrito. A ello sumó la necesidad de atraer inversiones privadas que potencien la actividad económica local: “El municipio se financia de la actividad comercial y productiva. Para generar empleo, desarrollo y recaudación necesitamos nuevas inversiones”. El impacto económico quedó reflejado en las cifras que brindó el mandatario. “Armamos un presupuesto de 25.000 millones de pesos para este año y tenemos más de mil millones menos todos los meses. Es el 50% menos. Imaginate el impacto para pagar sueldos, insumos del hospital, equipamiento de seguridad y obras que tuvimos que frenar”, detalló. A esta caída se sumó la reciente clausura de un laboratorio que aportaba entre 300 y 400 millones de pesos mensuales en insumos sanitarios, gastos que ahora deben ser absorbidos por el Municipio. Según Poletti, la raíz del déficit se vincula directamente con la decisión de algunos contribuyentes de pagar solo la mitad de la Tasa de Seguridad e Higiene durante el último año, apoyados en presentaciones judiciales que finalmente no prosperaron. Entre ellos mencionó a Ternium, cuyo titular cuestionó públicamente el valor del tributo. Poletti negó que la tasa represente “300.000 pesos por empleado”, y explicó que ese cálculo se basa en datos incompletos. “Si pagaron la mitad durante un año, en todo caso serían 150.000. Pero además ocultaron sus balances y sus márgenes de ganancia. No presentaron números ante el Municipio ni ante la Justicia. Por eso no se puede aplicar un porcentaje de Ingresos Brutos, como ocurre en la mayoría de los municipios”, sostuvo. El intendente insistió en que la empresa define la tasa como “confiscatoria”, pero aseguró que el monto “no representa ni el uno por ciento de sus ganancias”. Remarcó que la falta de información contable obliga al Municipio a mantener el cálculo basado en la cantidad de trabajadores: “Si quieren modificar la fórmula, que muestren los números. La Justicia los pidió y nunca los presentaron”. Poletti recordó que el Municipio obtuvo fallos favorables en primera y segunda instancia, y que la Cámara volvió a ratificar esa posición. A pesar de ello, advirtió que la extensión del conflicto genera un daño directo: “Mientras estiran los tiempos, desfinancian al Municipio. Se resienten los servicios públicos, la obra pública, el sistema de salud y la seguridad”. En este escenario de tensión fiscal y política, el intendente aseguró que su gestión continuará “priorizando la estabilidad administrativa” y reiteró que el distrito enfrenta un desafío que exige acuerdos y responsabilidad. NORTE HOY seguirá de cerca la evolución del conflicto y su impacto en los próximos meses. Opinión pública razonada: La situación expone un debate clave para los municipios del interior: el equilibrio entre la presión tributaria y la responsabilidad de los grandes actores económicos en el sostenimiento del Estado local. En Ramallo, la fragilidad de las cuentas públicas vuelve a plantear la necesidad de mecanismos más transparentes y previsibles que aseguren tanto la continuidad de los servicios como la equidad fiscal entre contribuyentes. NORTE HOY