El dirigente social Juan Grabois fue liberado en la madrugada de este domingo luego de permanecer detenido durante casi 12 horas tras ocupar el Instituto Nacional Juan Domingo Perón, ubicado en el barrio porteño de Recoleta. La protesta fue en rechazo al cierre del instituto, los despidos de empleados y la amenaza de venta del emblemático edificio. La toma, que comenzó el sábado pasado alrededor de las 14 horas, tuvo un fuerte respaldo de manifestantes que se reunieron en el lugar y luego frente a la Superintendencia de Investigaciones Federales en Villa Lugano, donde exigieron la liberación del líder del Frente Patria Grande. Al ser liberado, Grabois no ocultó su enojo contra el Gobierno nacional y en particular contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien calificó de “delincuente”. En sus declaraciones destacó: “¿Patricia Bullrich piensa que nos va a domar con esto? No entiende cómo estamos hechos. Ella las hace; ellas las van a pagar, y nosotros les vamos a cobrar cada uno de sus crímenes sociales”. El dirigente social alertó sobre intereses inmobiliarios detrás de la posible venta del instituto, señalando a grandes empresarios como Eduardo Elsztain y la empresa IRSA, y cuestionó la ausencia de políticas claras para conservar el patrimonio histórico vinculado a Juan y Evita Perón. La toma, que inicialmente se había planteado extender por tiempo indeterminado, terminó tras la intervención de la Policía Federal y las fuerzas de seguridad de la Ciudad, que desalojaron el edificio con un operativo contundente. Según la ministra Bullrich, “Se terminó el vale todo. Estamos haciendo lo que ningún gobierno hizo: detener al piquetero que promueve y ejecuta las usurpaciones”. Junto a Grabois, fue detenido otro joven presente en el lugar, en un arresto que el abogado de los manifestantes calificó como arbitrario. La protesta desató un fuerte debate político y social que pone en el centro la disputa por espacios históricos y el rol de los movimientos sociales en la Argentina actual. NORTE HOY