La subasta del edificio de la ex clínica San Pedro, que había generado expectativa entre quienes buscaban cobrar deudas pendientes, fue finalmente suspendida gracias a un ofrecimiento de los actuales titulares del inmueble. La justicia aceptó la propuesta, evitando así el remate, y dando un respiro a quienes impulsan la continuidad del proyecto. Gabriel Hanna, uno de los principales responsables del edificio, detalló los pasos que se siguieron: “Nosotros acatamos la liquidación que hizo el Tribunal, no la discutimos y pagamos. A partir de ahí el Tribunal procedió a la suspensión de la subasta en forma definitiva”, explicó. El empresario precisó que la subasta se había originado por la indemnización de una trabajadora, y que ahora quedan pendientes alrededor de treinta reclamos más, aunque aquellos con sentencia prioritaria se resolverán mediante acuerdos de pago para evitar situaciones similares: “Los que ya tienen sentencia, que son cuatro, van a optar por la misma metodología de trabajo, de llegar a un entendimiento y hacer el pago y evitar este tipo de cuestiones”, indicó Hanna. Sobre los momentos más complejos que atravesó la dirección del nosocomio, Hanna comentó: “Verdaderamente fueron momentos muy complejos en donde la dirección de la clínica no tuvo respaldo de ningún tipo, absolutamente de ningún tipo. Afortunadamente pudimos salvar la situación y la inversión que se quiere sostener, las que se iniciaron hace algunos años empezando a remodelar, aggiornar y equipar a la clínica privada San Pedro como un nuevo centro de salud”. Finalmente, reafirmó la continuidad del proyecto: “Obviamente que nosotros seguimos y de hecho actuamos en consecuencia justamente por eso. Nosotros seguimos adelante con el proyecto inicial”, concluyó. La comunidad local observa con expectativa cómo se desarrollarán los próximos pasos, mientras se asegura la continuidad de una obra que busca consolidarse como un nuevo referente de atención médica en la región. NORTE HOY 
