En el marco de una serie de controles vehiculares desarrollados durante el fin de semana en distintos puntos estratégicos de la ciudad, personal de la Dirección de Tránsito Municipal, junto a efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) y la Estación de Policía Comunal, secuestraron un total de diez motocicletas por diversas infracciones a la normativa vigente. Del total de vehículos retenidos, cuatro presentaban escapes modificados o silenciadores adulterados, comúnmente denominados “caños libres”. Este tipo de alteraciones, además de estar prohibidas, provocan niveles de ruido que afectan la tranquilidad de los barrios y vulneran las normativas ambientales. Desde el Municipio remarcaron que los controles incluyeron la verificación de la documentación reglamentaria, el uso de casco, seguro y la revisión de los elementos de seguridad. También se puso especial atención en el estado técnico de los vehículos y en detectar modificaciones que alteren su funcionamiento original. Las autoridades señalaron que estos operativos continuarán realizándose de manera periódica en distintos sectores de San Pedro, con el objetivo de desalentar conductas peligrosas en la vía pública y mejorar la seguridad vial. “El control permanente es una herramienta fundamental para prevenir accidentes y reforzar la convivencia ciudadana”, indicaron fuentes municipales. En todos los casos, las motocicletas secuestradas quedaron a disposición del Tribunal de Faltas de la Municipalidad de San Pedro, que será el encargado de definir las sanciones correspondientes para cada infractor. Desde NORTE HOY se pudo saber que los operativos contaron con una importante presencia de agentes de control y fueron bien recibidos por vecinos que reclaman medidas frente al incremento de ruidos molestos en distintos barrios de la ciudad. Como parte de una tendencia que se replica en otras localidades bonaerenses, el Municipio busca consolidar un esquema de prevención sostenido que priorice la seguridad y la responsabilidad al volante. La decisión de actuar sobre las motos con escapes adulterados apunta también a preservar el descanso urbano y el respeto al espacio público. Más allá de las sanciones administrativas, la opinión pública local comienza a valorar positivamente la firmeza de las autoridades para hacer cumplir las normas. En una ciudad donde la convivencia vial es un tema sensible, el consenso parece inclinarse hacia el control, antes que la permisividad. NORTE HOY 
