NORTE HOY – La investigación por la muerte de Daniel Cabrera, un hombre de 59 años que falleció este jueves, derivó en una decisión inédita: la Justicia ordenó interrumpir su velatorio en una funeraria céntrica para trasladar el cuerpo a la Asesoría Pericial y realizar una autopsia urgente. La medida se tomó apenas una hora después del deceso, luego de que su familia denunciara directamente a la esposa y planteara sospechas sobre las causas del deterioro de su salud. NORTE HOY accedió a los detalles centrales del expediente. Cabrera había permanecido internado durante aproximadamente una semana en Rosario a raíz de complicaciones de salud que arrastraba desde hace tiempo. Al Hospital municipal, según señalaron los familiares, ingresó con una “perforación intestinal”. La esposa habría explicado que previamente le realizó un enema, hecho que, según los denunciantes, “desencadenó todo”. La relación entre la familia de Cabrera y la mujer estaba prácticamente cortada. “No nos metíamos para no chocar”, coincidieron los relatos. Sin embargo, la situación cambió de manera abrupta cuando ella avisó que el hombre sería desconectado porque “ya no había nada para hacer”. En ese momento, sus allegados decidieron radicar la denuncia en la Comisaría de la Mujer, cuando Daniel aún seguía con vida. A las 16.00 se produjo el fallecimiento. Con rapidez inusual, y ante el posible riesgo de que todo quedara sin revisión, la Justicia actuó de inmediato: frenó el velorio y dispuso el traslado del cuerpo. La decisión llegó “con lo justo”, ya que estaba prevista su cremación para este viernes a las 8.00, trámite que había gestionado la propia esposa. La denuncia sostiene que la mujer, quien también era paciente psiquiátrica, habría tenido algún grado de responsabilidad tanto en el deterioro previo como en el desenlace final. Fiscalía ordenó diversas diligencias, entre ellas la autopsia, que será clave para determinar si existió alguna intervención externa. Los familiares, que aseguran haber recibido amenazas de muerte, se muestran cautos y esperan los resultados periciales. La preocupación se profundizó luego de que en la vivienda donde Cabrera residía se registrara un principio de incendio el mismo jueves por la noche, un episodio que alarmó al barrio. “Él siempre fue un tipo sano, laburador, muy querido”, recordaron allegados del entorno más cercano. En paralelo, en redes sociales se multiplicaron mensajes contra la esposa, muchos de ellos irreproducibles, que alimentan las sospechas respecto de lo que ocurría dentro del hogar. Por ahora, la causa se encuentra en pleno desarrollo y bajo estricto análisis judicial. Serán los peritos quienes determinen con precisión qué ocurrió y si existieron elementos que justifiquen una imputación penal. Opinión pública razonada: El impacto social del caso muestra que la comunidad reacciona con fuerza cuando percibe situaciones de vulnerabilidad o posible abuso. La presión social no debe reemplazar a la Justicia, pero sí ilumina contextos que, de otro modo, quedarían silenciados. En este episodio, lo que la gente expresa en redes refleja un reclamo profundo de verdad y protección frente a situaciones que merecen ser esclarecidas sin dilación. NORTE HOY (www.nortehoy.com.ar)
