El Sanatorio COOPSER encendió una señal de alarma que excede el ámbito interno de la institución y alcanza de lleno al sistema de salud de San Pedro. A través de un pronunciamiento formal, sus autoridades advirtieron que la operatividad del centro médico se encuentra seriamente comprometida como consecuencia de una abultada deuda que mantiene la obra social Unión Personal (UP). Según detallaron los directivos del sanatorio, el monto adeudado asciende a $89.991.609,10, una cifra que, en el actual contexto económico, representa un impacto directo sobre la capacidad de funcionamiento diario de la institución. La falta de cumplimiento por parte de la obra social afecta el normal desenvolvimiento de áreas clave, desde la provisión de insumos hasta el sostenimiento de servicios médicos esenciales. Desde el Sanatorio COOPSER explicaron que la situación no es nueva, pero que la acumulación de pagos impagos llegó a un punto crítico. “El sistema de salud de San Pedro se encuentra en riesgo”, alertaron, al tiempo que remarcaron que la deuda no solo compromete la estabilidad financiera del establecimiento, sino también la calidad y continuidad de la atención que reciben los pacientes. La advertencia cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que el sanatorio cumple un rol central dentro de la red de salud local, atendiendo a miles de afiliados de distintas coberturas. En ese marco, la mora prolongada de una obra social de alcance nacional genera un efecto dominó que termina repercutiendo en toda la comunidad. “La salud no puede esperar”, fue la consigna elegida por las autoridades de la institución para sintetizar la gravedad del escenario. Con esa premisa, exigieron una respuesta inmediata por parte de Unión Personal y reclamaron que se regularice la situación financiera para evitar consecuencias mayores. Desde la conducción del sanatorio subrayaron que el reclamo no tiene un carácter político ni especulativo, sino que responde a la necesidad urgente de garantizar la sustentabilidad del sistema. “Sin previsibilidad económica, resulta imposible planificar, invertir y sostener prestaciones médicas de calidad”, señalaron. La preocupación expresada por COOPSER fue seguida con atención por distintos actores del ámbito sanitario local, que observan con inquietud el impacto que este tipo de deudas puede generar en instituciones que ya operan bajo una fuerte presión económica. Tal como viene informando NORTE HOY, la crisis financiera en el sector de la salud privada se profundiza cuando los compromisos de pago no se cumplen en tiempo y forma, trasladando el problema a hospitales, clínicas y, finalmente, a los pacientes. Por estas horas, el sanatorio aguarda una definición concreta por parte de Unión Personal que permita destrabar el conflicto y evitar que la situación derive en un deterioro mayor del servicio. Mientras tanto, la advertencia ya está planteada y el mensaje es claro: el equilibrio del sistema de salud de San Pedro depende de decisiones inmediatas. Opinión pública: cuando las deudas millonarias se naturalizan en el ámbito sanitario, el riesgo deja de ser financiero y pasa a ser social. La salud, como derecho básico, no admite demoras ni dilaciones administrativas. Resolver estos conflictos a tiempo no es solo una obligación contractual, sino una responsabilidad con toda la comunidad. NORTE HOY
