Noah tiene ocho años y una historia marcada por el dolor, la resistencia y la esperanza. Tras sufrir graves quemaduras durante una explosión vinculada a la quema de basura, el niño pasó meses internado en el Hospital Pediátrico Garrahan, donde los médicos lograron salvarle la vida luego de un largo y delicado proceso. Hoy, lejos de la terapia intensiva pero aún en plena recuperación, Noah enfrenta una nueva etapa: la rehabilitación en su casa. Sin embargo, este camino también presenta enormes dificultades. Para que su piel pueda cicatrizar correctamente, necesita utilizar ropa médica especial —máscara, remera y pantalón— diseñada para acompañar la regeneración de los tejidos dañados. El problema es el costo. El valor del conjunto supera los 600 mil pesos, una cifra imposible de afrontar para la familia sin ayuda. Según explicaron sus allegados, Noah debe usar estas prendas durante al menos dos años y actualmente cuenta con una sola muda, que ya muestra un fuerte desgaste por el uso diario. “Tiene que usar la ropa especial todo el tiempo. Solo tiene una y ya se está rompiendo”, contaron con preocupación. A esto se suma otro obstáculo: el niño cuenta apenas con un pequeño ventilador, por lo que las altas temperaturas hacen todavía más difícil sobrellevar el tratamiento en pleno verano. Frente a este panorama, la familia decidió apelar a la solidaridad de la comunidad. “Cualquier aporte, por pequeño que sea, suma muchísimo”, expresaron, con la esperanza de poder reunir los fondos necesarios para garantizar la continuidad de la recuperación. Desde NORTE HOY acompañamos y difundimos este pedido solidario, entendiendo que detrás de cada contribución hay un gesto que puede marcar la diferencia en la vida de un niño que ya dio una enorme batalla. Quienes deseen colaborar pueden realizar una donación al alias Noahali.2017, correspondiente a una cuenta a nombre de su madre, Irma Currado. La historia de Noah no terminó con el alta médica. La recuperación también se construye con empatía, compromiso social y una comunidad que no mira para otro lado. Opinión pública: En tiempos donde la solidaridad muchas veces queda relegada, el caso de Noah vuelve a poner en primer plano una verdad incómoda: el sistema acompaña hasta cierto punto, pero la verdadera red de contención aparece cuando la sociedad decide involucrarse. Ayudar no es solo un acto solidario, es una responsabilidad colectiva. NORTE HOY
