Ramallo se encuentra en el centro de una fuerte polémica tras la decisión del Municipio de sumar un 2% de tasa al precio de cada litro de combustible. La medida, que comenzará a regir el próximo 1° de enero, ya genera un profundo malestar entre vecinos, comerciantes y sectores productivos del distrito. El intendente Mauro Poletti avanzó en la implementación del nuevo Código Tributario Municipal, que reemplaza la histórica ordenanza fiscal e impositiva. La medida fue notificada oficialmente a las estaciones de servicio el martes 23 de diciembre y, según fuentes de NORTE HOY, alcanza tanto al casco urbano como a las estaciones ubicadas sobre la Ruta 9 y la autopista, contraviniendo lo anunciado inicialmente por el Ejecutivo. Durante el debate legislativo, el Ejecutivo y los concejales oficialistas habían sostenido que la tasa de mantenimiento vial sería una herramienta de contingencia, aplicada únicamente en situaciones excepcionales de crisis económica. Sin embargo, la realidad indica que el tributo se aplicará de manera generalizada, lo que preocupa a comerciantes y consumidores, quienes anticipan un incremento directo en el precio del combustible. Empresarios del sector advierten que el aumento será trasladado íntegramente a los precios. En algunas estaciones, ya se evalúa la colocación de cartelería que informe a los clientes que el incremento se debe a un tributo municipal, dejando claro que no es decisión de las empresas sino del Gobierno local. El impacto del recargo se extenderá a toda la cadena comercial y productiva: transporte, distribución de mercaderías, servicios y trabajadores que utilizan sus propios vehículos para trasladarse. Por ello, la medida despierta fuertes críticas hacia el Ejecutivo y su bloque de concejales por avanzar con nuevos impuestos sin demostrar previamente mejoras en la recaudación o eficiencia administrativa. Vecinos y comerciantes señalaron a NORTE HOY que el problema no es únicamente la creación de esta nueva tasa, sino el manejo de los recursos municipales. Reclaman mayor transparencia, planificación y control del gasto antes de trasladar nuevamente la carga fiscal al contribuyente. La sensación generalizada es que se opta por la vía más sencilla: subir impuestos en lugar de ordenar las cuentas y priorizar las verdaderas necesidades del distrito. La controversia sobre la nueva tasa de combustible en Ramallo plantea un debate central sobre la sostenibilidad de las políticas fiscales locales y el equilibrio entre la recaudación y la capacidad de los vecinos para afrontar nuevos costos en un contexto económico ya complejo. Redacción del Diario NORTE HOY Fuente: www.nortehoy.com.ar
